Ya sabemos que tomar café tiene unos grandes beneficios en nuestro día a día, gracias a las propiedades activadoras que posee la cafeína y que permiten bloquear los receptores del cerebro que nos causan somnolencia. Además, si a ello le unimos el poder social que tiene tomar café, especialmente en el trabajo, no cabe duda que es una bebida que ha de estar presente en nuestro día a día. Sin ir misa lejos, es la segunda bebida más consumida en el mundo, por detrás del agua.
Pero más allá de estas ventajas tan obvias, existen estudios científicos que determinan la cafeína como un componente que puede ayudar a frenar la presencia de determinadas enfermedades.
En los últimos días, ha salido a luz un estudio de un equipo del instituto Karolinska de Estocolmo, publicado en en la revista BMJ Medicine, que establece la relación de consumir cafeína con la disminución de sufrir diabetes de tipo 2 y de reducir la cantidad de grasa corporal de una persona.
De esta manera, se unen a diversos estudios observacionales que ya, desde hace décadas, veían una relación entre el consumo del café con el menor riesgo de diabetes. Estos estudios, establecían una que se podía reducir el riesgo de sufrir diabetes entre un 7% y un 8% tomando un café al día.
La clave está en los genes
Para afianzar esta causalidad obtenida en los ensayos anteriores, estos científicos de Estocolmo han empleado un método novedoso que utiliza las variaciones genéticas para evaluar el efecto de la cafeína en estas enfermedades.
Se analizaron en una muestra de 10.000 personas, los genes que determinan la velocidad en la que se procesa la cafeína en nuestro organismo. De este modo, se observó como aquellas personas que tienen variantes genéticas que permiten mantener más tiempo la cafeína en la sangre, y por tanto, tienen mayor cantidad de cafeína en el torrente sanguíneo, disponían de menor porcentaje de grasa corporal.
Al tener menor porcentaje de grasa corporal, existe menor riesgo de tener diabetes por esa pérdida de peso, provocada por la capacidad de acelerar el metabolismo y reducir el apetito.
No obstante, este estudio no supone unas conclusiones tan determinantes como para concluir que cuánto más café bebas, menor riesgo tienes de padecer diabetes, ni que a una persona que ya tiene esa enfermedad beber café, le va a hace que desaparezca.
Aun así, no cabe duda que la cafeína puede reducir ese riesgo de padecer la enfermedad, uniéndolo a otras variables como una alimentación saludable y realizar ejercicio físico habitual y de forma constante.
Igualmente, no podemos obviar el aporte nutricional que el café supone para nuestra dieta, siendo una fuente de antioxidantes y otros nutrientes beneficiosos para la salud.