Hoy en día el café, supone una de las bebidas más consumidas del mundo en sus diferentes formas de prepararlo. ¿Quién no necesita tomarse una buena dosis por las mañanas para conseguir la energía necesaria que el día exige? Y qué bien sienta después de comer como efecto digestivo, ¿verdad? Lo que está claro es que en algún momento de nuestra vida tomamos café.
Pero, ¿alguna vez te has preguntado cuál es su origen? ¿Cómo llegó a convertirse en lo que hoy en día conocemos? En SEMCAL, distribuidores de máquinas de vending café de Comercio Justo te contamos su historia.
La leyenda del pastor de Etiopía
El origen del café está envuelto en el misterio, sin una concreción definitiva. Las innumerables fuentes, algunas de ellas basadas en mitos y conjeturas, se ponen de acuerdo en que su procedencia se encuentra en los altiplanos de la actual Etiopía, en la zona de Kaffa (se cree que la etimología de Kaffa proviene del árabe qahwah que significa «una bebida de bayas», de ahí puede venir el origen de la palabra café tal y como la conocemos).
De acuerdo con estas creencias, el inicio del uso de las propiedades del café se remontan al siglo VI, cuando un pastor observó el efecto vigorizante que producían en sus cabras las “bayas rojas y brillantes de un reluciente arbusto verde”. El pastor llevó los frutos a unos monjes que lo utilizaron para mantenerse despiertos. A partir de ahí, se utilizó para el consumo humano, si bien, el café no siempre se ha consumido cómo lo hacemos actualmente.
Las tribus nómadas
Más allá de las leyendas, las primeras referencias documentadas nos hablan de tribus nómadas africanas que utilizaban cómo alimento las bayas de los arbustos del café. De este modo, las semillas y frutos se empastaban con grasa animal y se utilizaban como alimento durante los viajes a través del desierto.
Después empezaron a preparar la bebida como infusión, haciendo macerar los frutos enteros en agua fría. Más tarde se experimentó con el método de la tisana, hirviendo los granos verdes. Se trata así, de los pasos previos a la modificación del fruto tal y cómo hoy la conocemos.
El café en Arabia
Ya en el siglo XIII, y de forma casi casual, los árabes descubrieron la técnica del tueste. Con esta nueva técnica y diferente sabor, aparecieron en Arabia del Sur, los primeros salones de café.
A partir de este momento, el consumo se iría haciendo popular en las ciudades más importantes de la región, como El Cairo y La Meca, hasta llegar a Constantinopla en el siglo XVI, gracias a comerciantes sirios.
Su expansión por Europa
De Constantinopla se extendió a todo el imperio Otomano, que con su expansión fue introduciendo el consumo de café en Europa. Tras liberar los austriacos Viena y Venecia del asedio turco frenando el avance de éstos por Europa, los otomanos dejaron todas sus provisiones incluyendo una gran reserva de café que aprovecharon los europeos.
Surgen así los primeros cafés europeos, Llloyd´s Coffe House de Londres, Procope en París, el Florian de Venecia, que se irán consolidando y aumentando en toda Europa, constituyéndose como punto neurálgico de literatos, filósofos y comerciantes, símbolos de ideas liberales y difusores de la cultura.
De este modo, el café se convierte en una bebida que llama a la reunión y a socialización, algo tal y como lo conocemos hoy en día.
En las próximas semanas continuaremos hablando de esta interesante historia, ¡estate atento a nuestro blog!