SEMCAL, un año más colaboró para que el pasado sábado 27 de Julio, San Adrián de Juarros se iluminara con la emoción y el espíritu solidario de la V Nocturna BTT, un evento que, sin duda, dejó una huella imborrable en todos los que tuvimos la fortuna de participar. No hay nada como pedalear por la montaña bajo la luz de las estrellas, rodeado de amigos y de la calidez de una comunidad tan apasionada y acogedora como la de los organizadores de esta carrera nocturna.
UNA EXPERIENCIA ÚNICA EN LA MONTAÑA
Para muchos, esta era la primera vez que nos aventurábamos a montar en bicicleta con focos en plena noche. La perspectiva de enfrentarme a 32 kilómetros de senderos y caminos mineros, con un desnivel acumulado de 750 metros, era tan emocionante como desafiante. La ruta, que serpenteaba por la Sierra de Juarros, ofrecía un escenario perfecto para una aventura épica.
Preparativos y Equipamiento
La preparación para la Nocturna BTT comenzó días antes, con la revisión y ajuste de nuestras bicicletas, y la adquisición de focos y luces adecuadas para la travesía nocturna. La seguridad es primordial en este tipo de eventos, y asegurarnos de que todo el equipo estuviera en perfectas condiciones era esencial. Además, para aquellos de nosotros que usamos lentillas, el ajuste de la visión en condiciones de poca luz fue un desafío añadido, pero uno que superamos con entusiasmo.
La Salida: Expectativas y Nervios
La emoción en el ambiente era palpable mientras los ciclistas se reunían en el punto de partida. Las luces de las bicicletas creaban un espectáculo brillante en la oscuridad, y los nervios eran evidentes entre los participantes, especialmente para los novatos en eventos nocturnos. Sin embargo, la camaradería y el apoyo mutuo ayudaron a calmar los nervios, y pronto estábamos listos para emprender la aventura.
Un Clima Perfecto para la Aventura
La noche nos deparó una sorpresa adicional en forma de lluvia y barro justo cuando el reloj marcaba las 11 de la noche. Lo que podría haber sido un obstáculo, en realidad se convirtió en un componente épico de la experiencia. Con las altas temperaturas veraniegas, la lluvia fue un alivio refrescante que añadió un toque de desafío y diversión al recorrido. Los senderos mineros, conocidos por su terreno ideal para pedalear o caminar, se transformaron en un campo de juego lleno de barro y risas.
La Ruta: Desafío y Belleza
El trazado de la ruta por la Sierra de Juarros y sus senderos mineros ofreció una mezcla perfecta de desafíos y belleza natural. Cada kilómetro recorría un paisaje diferente, desde frondosos bosques hasta caminos abiertos con vistas impresionantes. El desnivel de 750 metros fue un reto constante, con subidas que ponían a prueba nuestra resistencia y bajadas que requerían concentración y habilidad.
Encuentros en el Camino
A lo largo de la ruta, los encuentros con otros ciclistas eran frecuentes. Cada parada para tomar aire o ajustar el equipo era una oportunidad para compartir experiencias y anécdotas. La solidaridad y el espíritu de equipo eran evidentes, con ciclistas ayudándose mutuamente en momentos de dificultad. Este compañerismo hizo que la experiencia fuera aún más gratificante y memorable.
La Recompensa al Final del Camino
Tras superar los desafíos de la ruta, la meta nos aguardaba con una recompensa que no podría haber sido más perfecta: una barbacoa espectacular con morro, chorizo y morcilla. La atmósfera de celebración y camaradería que se respiraba al final de la carrera hizo que cada kilómetro recorrido y cada gota de sudor valieran la pena. Nada como compartir una buena comida con amigos, nuevos y viejos, después de una noche de pedaleo por la montaña.
El Ambiente en Meta
La llegada a la meta fue un momento de pura alegría y alivio. Los participantes eran recibidos con aplausos y felicitaciones, creando una atmósfera de logro colectivo. La barbacoa, con su deliciosa oferta de morro, chorizo y morcilla, fue el broche de oro perfecto para la noche. Sentarse a disfrutar de la comida, intercambiar historias del recorrido y simplemente relajarse después de la aventura fue una experiencia sumamente gratificante.
Reflexiones y Agradecimientos
La V Nocturna BTT Solidaria de San Adrián de Juarros no solo fue una carrera, sino una experiencia que nos recordó la importancia de la solidaridad y la comunidad. Los organizadores hicieron un trabajo increíble al asegurar que cada participante se sintiera bienvenido y apoyado. La preparación y el esfuerzo invertidos en el evento fueron evidentes en cada detalle, desde el trazado de la ruta hasta la comida en la meta.
Para mí, esta primera experiencia de ciclismo nocturno ha sido memorable. El uso de focos y lentillas añadió una dimensión nueva a mi pasión por el ciclismo de montaña. La mezcla de desafíos físicos, la belleza del entorno natural y el espíritu colectivo hicieron de esta noche algo verdaderamente especial.
Lecciones Aprendidas
Participar en la Nocturna BTT fue una oportunidad para aprender y crecer como ciclista. La importancia de la preparación, la necesidad de adaptarse a condiciones cambiantes y el valor del compañerismo son lecciones que llevaré conmigo en futuras aventuras. Además, la experiencia me ha inspirado a continuar explorando nuevas formas de disfrutar del ciclismo y a participar en más eventos comunitarios.
¡Nos Vemos el Año Próximo!
Si algo queda claro, es que esta no será la última vez que participemos en la Nocturna BTT de San Adrián de Juarros. Ya estamos esperando con ansias la próxima edición, listos para enfrentar nuevos desafíos, disfrutar de la naturaleza y, sobre todo, compartir momentos inolvidables con una comunidad tan increíble.
Invitación a Nuevos Participantes
Para aquellos que aún no han tenido la oportunidad de participar, les animo a unirse el próximo año. La Nocturna BTT no es solo una carrera, es una celebración de la pasión por el ciclismo, la naturaleza y la comunidad. Es una oportunidad para desafiarte a ti mismo, hacer nuevos amigos y crear recuerdos duraderos. ¡Te prometemos que será una experiencia que no querrás perderte!